viernes, 3 de febrero de 2012

DR.COSME ARGERICH PADRE DE LA MEDICINA MILITAR


Cosme Mariano Argerich nació en Buenos Aires el 26 de setiembre de 1758, siendo sus padres el coronel Francisco Argerich Batallas, natural de Sistero, obispado de Nigel, provincia de Cataluña; y María Josefa del Castillo Burgués.  De muy corta edad fue enviado a España, siguiendo la carrera de medicina en Barcelona, obteniendo en 1783 el título de Medicina del Gremio y Claustro de la Real y Pontificia Universidad de Cervera (Barcelona), después de seguir los cursos con brillo.  De regreso a Buenos Aires, perteneció a la hermandad de caridad, en 1795, al hospital de mujeres y casa de huérfanas, siendo nombrado en 1800 por el gobierno peninsular para dirigir la cátedra de medicina en Buenos Aires, inaugurando sus cursos el 1º de marzo de 1802, en que empezó a funcionar la Escuela de Medicina que Argerich regenteó con sabiduría y dignidad; enseñó igualmente, química, física y botánica.  “El doctor Argerich –dice un biógrafo-, cuyos talentos y saber hicieron en su tiempo el panegírico de los literatos y la instrucción de sus profesores, concibió y ejecutó casi por sí solo el avanzado proyecto de establecer en esta ciudad una escuela de medicina.  En efecto, inflamado de este celo honroso que las profesiones científicas saben inspirar a los que las ejercen, con dignidad y sabiduría, libró a sus propias fuerzas un trabajo, que en todas partes ha necesitado la cooperación de muchos profesores”.  El primer curso dictado por el doctor Argerich terminó en 1806, “produciendo los profesores que en la Guerra de la Independencia han ocupado nuestros ejércitos y llenado con gloria y honor los diferentes destinos de la medicina militar”.
En 1806 y 1807 prestó servicios profesionales en las rudas jornadas que tuvieron por teatro la ciudad de Buenos Aires y por su intervención en la Reconquista, el 12 de noviembre de 1806, fue nombrado cirujano del 2º Escuadrón de Húsares.  Tuvo participación activa en los trabajos preparatorios de la revolución de mayo figurando entre los concurrentes a la asamblea del día 22 de aquel mes glorioso, en la que se depuso el virrey Cisneros, y en la cual seguramente influyó mucho su consejo sabio y escuchado por todos.  En aquel Cabildo Abierto sostuvo que habiendo caducado la suprema autoridad, debía ésta reasumirse en el pueblo y por consecuencia, interinamente en el Cabildo, hasta tanto se organizase el gobierno local por medio de los diputados nombrados por votación popular, Gobierno que el 25 de mayo tomaba el nombre de Junta.
En junio de 1811 fue designado para desempeñar el cargo de conjuez en el Tribunal del Proto-medicato.  Al producirse el combate de San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813, tan pronto tuvo conocimiento el Gobierno de este suceso, despachó por la posta al doctor Francisco Cosme Argerich, con un botiquín, para ir a atender a los heridos, siendo quien practicó la operación al capitán Bermúdez, que falleció el 14.
El 10 de diciembre de aquel año, el doctor Argerich era designado por el Gobierno, cirujano del Ejército Auxiliar del Alto Perú, haciendo toda la campaña a las órdenes de San Martín primero, y de Rondeau después, asistiendo a los combates de Puesto del Marqués el 17 de abril de 1815, y de Venta y Media el 20 de octubre del mismo año; no encontrándose en Sipe-Sipe por haberse retirado a Cochabamba enfermo, donde se reunió al sargento mayor José María Paz que había sido herido de bala en el codo derecho en el combate de Venta y Media.
En septiembre de 1816 el doctor Cosme Argerich, junto con Diego Paroissien (nombrado Cirujano Mayor del Ejército de los Andes) tuvo a su cargo la organización del departamento de Hospitales del Ejército, el mismo estaba constituído por 3 profesores, 5 betlemitas y 7 civiles asistentes de cirujanos en cumplimiento del mandato del Instituto Médico Militar.  El mismo ordenaba el mejor servicio de los Ejércitos de la Patria, y proveyeron a San Martín los insumos médicos y sanitarios para la campaña libertadora de Chile.  Entre todos lograron formar un verdadero hospital de sangre que auxilió al ejército en el cruce de los Andes.
Posteriormente el doctor Argerich abandonó las filas del ejército siendo nombrado jefe y director del Instituto Médico creado en reemplazo de la primera Escuela de Medicina que él fundara y, desempeñando este puesto, la muerte lo sorprendió en medio de sus tareas profesionales el 14 de febrero de 1820.  Sus restos fueron depositados en el templo de San Francisco, de donde fueron exhumados tres años después para ser trasladados al cementerio de la Recoleta, siendo conducidos a pulso hasta este enterratorio, el 24 de febrero e 1823.  El doctor Pedro Rojas, uno de sus discípulos, pronunció un elocuente discurso en este acto y por él se sabe que el doctor Argerich era de un carácter dulce y de un espíritu vehemente, benévolo, bondadoso y desinteresado; de una erudición vasta y profunda, aunque dotado de un extremado amor propio.
El doctor Cosme Argerich se casó en primeras nupcias con Margarita Martí el 18 de mayo de 1786.  Habiendo enviudado, contrajo segundo matrimonio con Juana López Camelo Cheves, y al fallecer ésta se casó por tercera vez con Juana Chávez.  Tuvo cinco hijos con su primera esposa (Francisco Cosme, Juan Antonio, Petrona Josefa, Luis José y Josefa) y 11 con la segunda (Ramón, Gregoria, Ana María, Manuel José, Manuela, Ignacia, Dolores, Mercedes, Justo, Benito y Petrona Ignacia).
El Hospital Militar Central de Buenos Aires lleva su nombre.  También honra su memoria el Hospital Municipal “Dr. Cosme Argerich”, situado en la calle Almirante Brown 240, de la misma ciudad de Buenos Aires.
Su hijo, el Dr. Francisco Cosme Argerich, fue quien exhumó en el pueblo de Navarro los restos del coronel Manuel Dorrego, luego de producido su fusilamiento el 13 de diciembre de 1828.  El Dr. Miguel de Villegas, que asistió al reconocimiento por ser el camarista más antiguo, acompañado por el Escribano Mayor de Gobierno, José Ramón de Basavilbaso, expresó: “Se encuentra el cadáver entero, a excepción de la cabeza que estaba separada del cuerpo en parte, y dividida en varios pedazos, con un golpe de fusil al parecer, en el costado izquierdo del pecho…”.  El día 14, Manuel Dorrego fue enterrado en el Cementerio de Navarro, que entonces estaba junto a la Iglesia.